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Office of the Press Secretary
21 de noviembre de 2003
DÍA DE ACCIÓN DE GRACIAS, 2003
UNA PROCLAMA POR EL PRESIDENTE DE LOS ESTADOS UNIDOS DE NORTEAMÉRICA
Todos los años en el Día de Acción de Gracias, nos reunimos con familiares
y amigos para agradecerle a Dios por las muchas bendiciones que nos ha
concedido y le pedimos que continúe guiándonos y velando por nuestro país.
Hace casi 400 años, después de sobrevivir su primer invierno en Plymouth,
los colonos celebraron una fiesta para dar gracias por la cosecha. George
Washington proclamó el primer Día Nacional de Acción de Gracias en 1789, y
Abraham Lincoln reestableció la tradición durante la Guerra Civil. Desde
entonces, nuestros ciudadanos han hecho una pausa para expresar su
agradecimiento por las generosas bendiciones de las que disfrutamos y para
pasar tiempo con familiares y amigos. Durante épocas de necesidad o de
abundancia, en tiempos de desafíos o de calma, siempre tenemos motivos para
estar agradecidos.
Estados Unidos es un país de abundancia, prosperidad y esperanza. Nunca
debemos dejar de apreciar aquellas cosas que hacen grandioso a nuestro
país: una base firme de libertad, justicia e igualdad; una creencia en la
democracia y el imperio de la ley; y nuestros derechos fundamentales de
congregarnos, expresarnos y rendir culto libremente.
Estas libertades tienen un precio. En el transcurso de la historia, muchos
se han sacrificado para preservar nuestras libertades y para defender la
paz en todo el mundo. Hoy, los valientes hombres y mujeres de nuestras
fuerzas armadas continúan esta noble tradición. Estos héroes y sus seres
queridos cuentan con la gratitud de nuestra nación.
En esta fecha también recordamos a los menos afortunados entre nosotros.
Son nuestro prójimo y nuestros conciudadanos, y estamos comprometidos a
tenderles la mano a ellos y a todos los necesitados en nuestras
comunidades.
Este Día de Acción de Gracias, damos gracias nuevamente por todas nuestras
bendiciones y por las libertades de las cuales gozamos todos los días.
Nuestros fundadores le agradecieron a Dios Todopoderoso y solicitaron
humildemente Su sabiduría y bendiciones. Que siempre vivamos con la misma
confianza y que Dios continúe velando por los Estados Unidos de
Norteamérica y bendiciéndolo.
POR LO TANTO, YO, GEORGE W. BUSH, Presidente de Estados Unidos de América,
en virtud de la autoridad que me otorga la Constitución y las leyes de los
Estados Unidos, por medio del presente proclamo el jueves, 27 de noviembre
de 2003, el Día Nacional de Acción de Gracias. Aliento a los
estadounidenses a que se congreguen en sus hogares, lugares de culto y
centros comunitarios para compartir el espíritu de comprensión y oración, y
afianzar los vínculos familiares y comunitarios.
EN FE DE LO CUAL, firmo la presente este vigésimo primer día de noviembre
del año de Nuestro Señor dos mil tres, y el ducentésimo vigésimo octavo de
la Independencia de los Estados Unidos de Norteamérica.
GEORGE W. BUSH
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