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Mi Posición: Nuestra agenda americana ya no será hecha en aislamiento, sin pensar sobre su  impacto sobre las vidas de nuestros vecinos y sobre nuestros intereses en todo el mundo. Estamos todos en esto juntos, como las acciones (o la inacción potencial) en este país puede y afectará al globo en conjunto. El momento en que reconozcamos - y celebramos - que todos nosotros somos todos afectados por estos problemas en juntos, una comunidad sólida de mentes semejantes y como corazones, somos el momento que venimos juntos y que abordamos juntos esos desafíos importantes que hacen frente a esta nación y al mundo.

Cuba, El Embargo, y Las Restricciones al Viaje Internacional

ACTUALIZACIÓN: 04.13.09 Presidente Obama levanta las restricciones de la  época Bush, impidiendo el recorrido a los ciudadanos Cubanos y los residentes legales con la familia en Cuba para visitas y para el envío de  remesas.

El derecho de viajar libremente es una promesa americana convocada por nuestra constitución, no un privilegio, pero para casi todo el medio siglo, la ley del día la ha negado a nuestros ciudadanos. La mayoría de los Americanos francamente están prohibidos de viajar a Cuba - para el estudio,  para el turismo, para la caridad - y peor, incluso las derechos del recorrido de la familia se han cortado dramáticamente. H.R. 623 ha juntado la ayuda de los partidos políticos, extrayendo a 120 copatrocinadores de la casa, desde quienes apoyan el embargo hasta creyentes en la normalización entre la política de los dos países. Esto es porque el derecho del viaje internacional sin restricciones no tiene nada que hacer con la política en la isla. Tiene todo que ver con las libertades básicas, sentido común, y en última instancia, compasión. Es demasiado de un sacrificio a pedir de nuestra gente, particularmente nuestros hermanos y hermanas de ascendencia cubana, a renunciar sus entierros, bodas, nacimientos, e invitaciones de últimos momentos de vida en una isla apenas 90 millas lejos.

Es contra-intuitivo esperar que la democracia prospere y que cambie para tomar la raíz en Cuba sin permitir que el libre flujo de nuestra gente y de nuestras ideas sea realidad. La sociedad cubana necesita más de nuestra esencia americana - no menos.

No podemos asegurar un equilibrio de la influencia en Cuba si rechazamos hablar a cualquier persona de su gobierno. Tenemos actualmente el oído de nadie- peor todavía, elegimos insultar y amenazar, cuando entramos en intercambios diplomáticos - y ese es una posición demasiado peligrosa para encontramos. No podemos escoger y elegir para ellos a sus líderes gubernamentales. Esa necesidad no requerir que pongamos nuestros principios fundamentales y tradicionales a un lado para llevar aquello a cabo. Todo debe de estar sobre la mesa de negociación - los derechos humanos, la liberación de presos políticos, y la vuelta de cierta propiedad apropiada por el Gobierno.

No habrá éxito con la política del estado quo. Un informe del GAO, que mandé a comisionar en conjunto con la Congresista Barbara Lee, encontró que las aduanas de la seguridad de patria y la protección de la frontera (CBP) pasan tiempo  y  recursos en exceso en buscar el contrabando de Cuba--sobre todo los cigarros y el ron - al costo de poder salvaguardar la nación de los terroristas y a otros criminales intentando de entrar los E.E.U.U. clandestinamente.

Nueva visión del futuro de las relaciones extranjera en Miami ahora anhela para esa brecha del impasse. Una generación más joven - no existente durante los primeros años de la revolución y del mando de Castro,  totalmente americana, pero con intenciones de visitar esa familia permaneciendo en Cuba -- ha crecido ha atarse--y demostrar su disgusto en las restricciones y en los embargos del pasado. Las encuestas encuentran que la mayoría de Americanos cubanos aprueban la venta de las medicinas (el 70 por ciento), la venta de los alimentos (el 62 por ciento), el recorrido sin restricción (el 55 por ciento), y una revocación de la política polarizada del Presidente Bush de 2003 (el 64 por ciento). El embargo ahora almacena el porcentaje más bajo de la aprobación puesto que comenzó hace décadas.

Los cubanos y los americanos han tenido un romance de décadas. La afinidad entre los dos tipos de personas materializó naturalmente, desde nuestras influencias musicales compartidas a nuestra predilección para el béisbol. Hay muy poco que nos mantiene separados - a saber, los gobiernos Americanos y cubanos. De una manera, han coludido en una batalla histórica voluntades que paraliza el progreso y hace bienes para ningunos de nuestros dos países. Pero Cuba y su gobierno ha señalado un cambio de los vientos políticos que deben animarnos para seguir el juego.

El Desarrollo del Caribe & CARICOM
El cuadro económico del Caribe es tan preocupante como el nuestro, y nuestros vecinos a nuestra orilla meridional están mirando a nosotros por una guía y dirección constante. Levantémonos a realizar esa llamada y ocuparnos de ello elegantemente, responsablemente, y cautelosamente. Como socios en el hemisferio occidental,  intentos a mejorar la calidad de vida en nuestras dos regiones requiere que los jefes de naciones soberanas obtengan nuestro oído y nuestra mano extendida.

El Mercado y la Economía del Caribe Singular es una manera de reposicionar la competición y a la innovación en la región. Este empuje ambicioso para un mercado regional, sobrepasa las barreras comerciales, pero la gerencia de tal economía todavía requeriría la coordinación de los políticos y de reformas macroeconómicas, monetarias, y fiscales - así como el establecimiento de una sola moneda. Para estimular sus economías del pequeño-mercado, necesitarán una inversión extranjera directa creciente de la cantidad y disposición para negociar un eleve en la calidad de vida de la gente del Caribe.

Nuestra interacción con el Caribe no se puede limitar a los dólares y a los centavos - no cuando la seguridad, el crimen, y la salud son primeros en las mentes de la región. Los estados del Caribe necesitan ayuda tangible en la lucha contra el tráfico de narcóticos, y contra la epidemia de SIDA cada vez mayor, debido a esto se beneficiarían de la mayor contribución de los E.E.U.U.

Haití
Reconociendo las extremas necesidades de Haití,  amigos del Caribe en el Congreso realizaron un éxito en crear las nuevas preferencias comerciales por el país en 2006 y otra vez en 2008. El programa de la ESPERANZA, como se refiere, es una nueva y vital parte de la familia de programas de la preferencia comercial de los E.E.U.U. que traerá oportunidades económicas, desesperadamente necesarias a Haití. Debido a estos programas, las exportaciones del Caribe a los Estados Unidos se han levantado constantemente, subiendo a partir de $0.6 mil millones en 1997 a $3.9 mil millones en 2007. Este crecimiento ha significado la expansión de posibilidades de empleo-- significante para la gente entrañadas en las industrias del Caribe. Estos programas de la preferencia, sin embargo, no son perfectos. Para empezar, el alcance de productos que cubren estas carencias no es tan ancho como lo podría ser y el ampliamiento del las actividades  comerciales de desarrollo ayudaría a capacitar la región en los momentos de desafíos que siguieran.

Desastres Naturales
Las palabras van solamente hasta cierto punto. Debemos de ofrecer a todos los recursos que pudieran ablandar la devastación y el desastre natural, como hemos logrado recientemente en la República Dominicana, en Haití, en Cuba, y en México. Algunas de las imágenes periodísticas abrieron  a vista pública el funcionamiento o falte de funcionamiento del sistema de auxilio y hicieron evidentes nuestras propias pautas después del huracán Katrina--por ejemplo las imágenes de nuestros exiliados esperando  rescate encima de sus tejados y como también los imágenes de los desplazados llevados a en caravanas a cuidadas para refugio en localidades fuera del país. Cuando gritan nuestros vecinos en voces altas para ayuda, América debe sin ningún prejuicio dirigir su atención aquellos gritos.

Nos encontramos en un punto de cruces de oportunidad ,  no apenas en términos de la renovación de la fe que la gente tiene en su democracia y en las instituciones gubernamentales, pero así también en momentos dinámicos para la mejoración de las vidas de  los menos favorecidos. El mundo tiene toda causa para mirar a América y a su nuevo presidente para un liderazgo sólido, y no les dejaremos entrar en desilusión ninguna.■