“Hoy me uno a las miles de personas que marchan frente al Capitolio de los Estados Unidos para exigirle a los republicanos del Congreso que dejen a un lado sus ataques ofensivos contra los inmigrantes. Ellos perpetraron estos ataques a través de audiencias fatulas que desperdiciaron cientos de miles de dólares del dinero del pueblo durante este verano. Me uno a ellos para exigirles a los republicanos del Congreso para que en vez trabajen para lograr una ley significativa que fortalezca nuestra seguridad y saque a los trabajadores inmigrantes de las sombras, permitiéndoles trabajar para ganarse un camino a la ciudadanía. Sin el tipo de reforma justa y práctica que aprobó el Senado, no puede haber una verdadera seguridad en nuestras fronteras.

“Lamentablemente, reportajes de prensa recientes indican que los líderes republicanos del Congreso no tiene ninguna intención de ponerse a trabajar para arreglar nuestro sistema roto de inmigración. La realidad es que si el Presidente Bush no logra controlar al ala derecha radical anti-inmigrante de su partido, no habrá una reforma integral de inmigración. Ya es hora de dejar de jugar con nuestra seguridad nacional. Ya es hora de comenzar a trabajar por el pueblo estadounidense. Ya es hora de una nueva dirección”.

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