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LIDERAZGO DEMÓCRATA DE CÁMARA Y SENADO UNIDOS EN ADELANTAR PLAN CONCRETO PARA UN CAMBIO DE RUMBO EN IRAK

El compromiso ilimitado de Bush y los republicanos en el Congreso tiene que terminar

Monday, July 31, 2006

Washington, DC – Con la violencia aumentando en Irak, hay poca evidencia de que la Administración de Bush y los republicanos en el Congreso tengan una estrategia coherente para estabilizar a Irak

Washington, DC – Con la violencia aumentando en Irak, hay poca evidencia de que la Administración de Bush y los republicanos en el Congreso tengan una estrategia coherente para estabilizar a Irak.  Millones han sido asesinados en medio de la  violencia sectaria e insurgente en los últimos meses y ahora se le ha dicho al pueblo estadounidense que miles más de tropas estadounidenses serán desplegadas a una zona urbana bajo guerra en Bagdad.  El enfoque actual del presidente no es sostenible. Hoy, los líderes demócratas del Senado y de la Cámara y los senadores y congresistas demócratas de más  alto rango en los comités de seguridad nacional, le escribieron al presidente para hacerle un llamado para comenzar una retirada escalonada de las fuerzas estadounidenses antes de fin de año, para transformar la misión de los EE.UU.  y para lanzar un esfuerzo diplomático y de reconstrucción verdaderos  para ayudar a estabilizar a Irak. Estas recomendaciones concretas surgen de la enmienda de política pública sobre Irak Levin/Reed, que cuenta con apoyo abrumador en el Senado. Mantenernos sencillamente en el mismo curso de las políticas fracasadas del presidente no está en el interés de nuestras tropas, de los contribuyentes o de la seguridad nacional. 

Citas de la Carta:

“Mientras que el mundo se ha enfocado en la crisis del Oriente Medio, Irak ha estallado  en violencia. Unos 6,000 iraquíes fueron asesinados en los meses de mayo y junio y la violencia sectaria e insurgente continúa cobrando vidas estadounidenses e iraquíes a cifras alarmantes. Ante esta debacle de violencia, uno sólo puede concluir que el plan de seguridad de Bagdad que usted anunció hace cinco semanas corre un peligro grande”.

“Lejos de implementar una ‘Estrategia para la Victoria’ abarcadora como usted prometió hace meses atrás, la estrategia de su Administración aparenta ser una de evadir la derrota”.

­“Mientras tanto, las tropas y los contribuyentes estadounidenses continúan pagando un precio alto en espera de que su Administración busque una política pública. Más de 2,500 estadounidenses han hecho el sacrificio máximo y más de 18,000 han resultado heridos. La guerra de Irak también ha desangrado nuestro ejército y limitado nuestra habilidad de lidiar con otros desafíos. Los niveles de preparación del ejército están en los niveles más bajos nunca antes vistos desde la guerra de Vietnam, ya que virtualmente ninguna brigada de combate que no esté desplegada está lista para desempeñarse en misiones de guerra”.

“Tomando en cuenta los intereses de la seguridad nacional estadounidense, de nuestras tropas y de nuestros contribuyentes, el compromiso ilimitado en Irak que usted ha apoyado no puede y no debe ser sostenido”.

Se le debe informar a los líderes políticos iraquíes que la paciencia, la sangre y el tesoro estadounidenses no son ilimitados. Estamos decepcionados ante su decisión de no comunicarle este mensaje al Primer Ministro Maliki durante su visita reciente al país.

“Sr. Presidente, simplemente quedarnos en el mismo rumbo en Irak no funciona. Necesitamos tomar una nueva dirección”.

El texto de la carta sigue a continuación:

30 de julio de 2006

Presidente de los Estados Unidos

La Casa Blanca

Washington D.C.

Estimado Sr. Presidente:

Mientras que el mundo se ha enfocado en la crisis del Oriente Medio, Irak ha estallado  en violencia. Unos 6,000 iraquíes fueron asesinados en los meses de mayo y junio y la violencia sectaria e insurgente continúa cobrando vidas estadounidenses e iraquíes a cifras alarmantes. Ante esta debacle de violencia, uno sólo puede concluir que el plan de seguridad de Bagdad que usted anunció hace cinco semanas corre un peligro grande.

Aún ante la evidencia más reciente de que su Administración carece de una estrategia coherente para estabilizar a Irak y alcanzar la victoria, no ha habido virtualmente ningún esfuerzo diplomático para resolver las diferencias sectarias, ningún esfuerzo regional para establecer una estructura de seguridad amplia, ni ningún intento de revivir el amedrentado esfuerzo de reconstrucción. Por el contrario, hemos recibido la noticia de sus planes de desplegar 5,000 tropas estadounidenses adicionales en una zona de guerra de Bagdad. Lejos de implementar una “Estrategia para la Victoria” abarcadora como usted prometió hace meses atrás, la estrategia de su Administración aparenta ser una de evadir la derrota.

Mientras tanto, las tropas y los contribuyentes estadounidenses continúan pagando un precio alto en espera de que su Administración busque una política pública. Más de 2,500 estadounidenses han hecho el sacrificio máximo y más de 18,000 han resultado heridos. La guerra de Irak también ha desangrado nuestro ejército y limitado nuestra habilidad de lidiar con otros desafíos. Los niveles de preparación del ejército están en los niveles más bajos nunca antes vistos desde la guerra de Vietnam, ya que virtualmente ninguna brigada de combate que no esté desplegada está lista para desempeñarse en misiones de guerra. Los contribuyentes estadounidenses han contribuido hasta ahora más de $300 mil millones y por cada semana que permanecemos en Irak hay que añadirle casi $3 mil millones más a nuestro déficit presupuestario histórico.

Tomando en cuenta los intereses de la seguridad nacional estadounidense, de nuestras tropas y de nuestros contribuyentes, el compromiso ilimitado en Irak que usted ha apoyado no puede y no debe ser sostenido.

Por el contrario, continuamos sosteniendo la creencia de que ya es hora de que los iraquíes tomen un paso hacia adelante y se hagan cargo de asegurar y gobernar su propio país. Ese es el principio contenido en la Ley de Política Pública de Estados Unidos en Irak, que fue aprobada el año pasado. Esta ley declara que el 2006 será el año de “una transición significativa hacia la soberanía completa de Irak, con las fuerzas de seguridad iraquíes encargándose de la seguridad de un Irak libre y soberano, estableciendo así las condiciones para el re-despliegue gradual de las fuerzas estadounidenses de Irak”. Lamentablemente, parece que su política pública se mueve en la dirección opuesta.

Esta legislación dejó claro que se le debe informar a los líderes políticos iraquíes que la paciencia, la sangre y el tesoro estadounidenses no son ilimitados. Estamos decepcionados ante su decisión de no comunicarle este mensaje al Primer Ministro Maliki durante su visita reciente al país. Reducir la presencia de las fuerzas estadounidenses en Irak no sólo le brindará a los iraquíes un incentivo mayor para hacerse cargo de la seguridad de su propia nación, pero también permitirá que las fuerzas estadounidenses estén preparadas para responder a las amenazas que enfrenta la seguridad de los Estados Unidos en el resto del mundo.

Creemos que el re-despliegue gradual de las fuerzas estadounidenses en Irak debe comenzar antes del fin de este año 2006. Las fuerzas estadounidenses en Irak deben moverse a un enfoque de misión más limitado que incluya tácticas anti-terroristas, entrenamiento y apoyo logístico a las fuerzas de seguridad iraquíes y la protección armada del personal estadounidense en Irak.

Además, se debe hacer todo el esfuerzo posible para urgirle a los iraquíes a que tomen los pasos necesarios para alcanzar una política de estabilización abarcadora y sostenible que incluya enmendar la constitución para lograr una división justa de poder y recursos. También es necesario desarmar las milicias y brindarle protección a las fuerzas leales al gobierno nacional. Finalmente, se debería organizar una conferencia internacional para persuadir a otros gobiernos a estar más involucrados y también para asegurar la disponibilidad de los recursos necesarios para financiar la reconstrucción de Irak y para reconstruir su economía.

Sr. Presidente, simplemente quedarnos en el mismo rumbo en Irak no funciona. Necesitamos tomar una nueva dirección.  Creemos que estas recomendaciones representan una alternativa efectiva a su actual compromiso ilimitado que no está alcanzando el progreso en Irak que tanto nos gustaría poder ver. Gracias por su consideración atenta a estas sugerencias.

Harry Reid, Líder Demócrata del Senado

Nancy Pelosi, Líder Demócrata de la Cámara de Representantes

Dick Durbin, Líder Asistente Demócrata del Senado

Steny Hoyer, Coordinador de Votos de la Minoría de la Cámara de Representantes

Carl Levin, Senador Demócrata de Más Alto Rango del Comité de las Fuerzas Armadas del Senado

Ike Skelton, Congresista Demócrata de Más Alto Rango del Comité de las Fuerzas Armadas de la Cámara

Joe Biden, Senador Demócrata de Más Alto Rango del Comité de Relaciones Exteriores del Senado

Tom Lantos, Congresista Demócrata de Más Alto Rango del Comité de Relaciones Internacionales de la Cámara

Jay Rockefeller, Vice-Presidente del Comité de Inteligencia del Senado

Jane Harman, Miembro de Alto Rango del Comité de Inteligencia de la Cámara

Daniel Inouye, Senador Demócrata de Más Alto Rango del Sub-Comité de Asignaciones de Defensa del Senado

John Murtha, Congresista Demócrata de Más Alto Rango del Sub-Comité de Asignaciones de Defensa de la Cámara

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