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DISCURSO DE REID EN EL PLENO DEL SENADO SOBRE UNA REFORMA DE INMIGRACIÓN INTEGRAL

Thursday, March 30, 2006

Washington, D

Washington, D.C.El líder demócrata en el Senado Harry Reid  hizo hoy los siguientes comentarios en el pleno del Senado sobre una reforma de inmigración integral, la cual se está debatiendo en el Senado de los Estados Unidos. Los demócratas están trabajando por una reforma integral, que sea fuerte e inteligente, para así proteger nuestras fronteras, tomar serias medidas contra quienes contratan a trabajadores indocumentados y sacar de de las sombras a los  trabajadores indocumentados.

A continuación las declaraciones de Reid según preparadas.

Declaraciones del Senador Harry Reid

sobre una reforma de inmigración

30 de marzo de 2006

Estoy complacido al ver que el Senado ha comenzado a debatir una reforma de inmigración. La semana pasada viajé a la frontera entre Estados Unidos y México y pude apreciar personalmente los problemas existentes debido a nuestro sistema de inmigración roto. Necesitamos una estrategia seria para atender esta crisis.

La reforma de inmigración es un asunto de seguridad nacional -- debemos tener conocimiento de quiénes cruzan nuestras fronteras y quiénes viven y trabajan en nuestro país. Necesitamos reforzar nuestra frontera y el interior del país de manera fuerte e inteligente. Necesitamos leyes de inmigración realistas que saquen de las sombras a los inmigrantes, que paguen impuestos, aprendan inglés y contribuyan a nuestras comunidades.

Yo apoyo firmemente el cumplimiento de las leyes, pero también creo que el problema no puede resolverse con eso solamente. 

Lo hemos intentado por los pasados 20 años. Hemos triplicado el numero de agentes fronterizos durante la ultimas dos décadas y hemos aumentado el presupuesto para reforzar la inmigración más de 10 veces. Pero durante dicho tiempo las probabilidades de atrapar a quienes cruzan la frontera sin documentos han disminuido de un 33% a un 5%.

Mi reciente visita a la frontera me convenció más de que el reforzar las leyes solamente no es la solución. Viajé por avión por varias millas encima de la frontera con San Diego y pude dialogar con los agentes fronterizos. Ellos reconocen mejor que nadie, que los muros no mantienen a la gente alejada. Las personas cortan, escalan y hasta hacen túneles debajo de los muros. Los agentes me mostraron las marcas por donde las personas ponen las escaleras y brincan la verja para entrar al país.

Medio millón de personas cruzan al país cada año. El hecho es que nuestra economía depende de ellos. No podremos tener la situación bajo control hasta que reconozcamos esta realidad económica.

Debemos asegurarnos de tener más agentes fronterizos, debemos proveerles el equipo y la tecnología que necesitan. Necesitamos hacer esfuerzos para evitar el flujo ilegal de inmigrantes. Pero gran parte de nuestra estrategia consiste en convertir  nuestras leyes de inmigración en unas ejecutables y realistas.

Un elemento crucial de dicha estrategia es proveerles a los inmigrantes indocumentados, que ya se encuentran en el país, incentivos para que salgan de las sombras.

Hoy tenemos más de 11 millones de indocumentados en los Estados Unidos y cada vez más llegan al país. Desde la perspectiva de seguridad nacional, esto es inaceptable.

Un gobierno soberano debe saber quiénes cruzan las fronteras y quiénes viven en las ciudades.

En su mayoría estos 11 millones de indocumentados no representan una amenaza. Muchos de ellos han estado aquí por años. Muchos tienen cónyuges e hijos quienes son ciudadanos estadounidenses o residentes permanentes. Muchos de ellos pagan impuestos, poseen propiedades, son activos y valiosos miembros de nuestra comunidad. Prácticamente todos ellos llegaron a trabajar.

Ellos viven a escondidas. Si son víctimas de un crimen, no lo reportan pues tienen miedo de contactar a la policía. Permiten ser abusados y recibir sueldos bajos en sus empleos. Viven con el miedo de ser deportados y separados de sus familias.

Es irónico pensar que podemos reunir a todas estas personas y expulsarlas. Como el columnista conservador George Will hoy escribió en el Washington Post: “No vamos a tomar medidas policiales  para deportar a 11 millones de personas. Ellos llenarían 200,000 autobuses en una caravana  desde San Diego hasta Alaska. No hay  suficientes incentivos para lograr llevar en autobuses a 11 millones de personas”.

Aunque pudiéramos deportar a esos 11 millones de indocumentados,  ¿por qué hacerlo? El deportarlos nos costaría miles de millones de dólares. Ciertos sectores de la economía de los Estados Unidos se afectarían sin ellos. Seríamos inconsistentes con nuestros valores como estadounidenses.

Existen dos enfoques sobre este tema. La Cámara de Representantes aprobó un proyecto de ley que representa uno de los enfoques y el Comité Jurídico del Senado aprobó un proyecto de ley que representa el otro enfoque.

Entiendo que el proyecto de ley de la Cámara de Representantes es totalmente equivocado. Presupone ser un proyecto de ley para la seguridad en la frontera pero a su vez contiene provisiones que no aseguran nuestras fronteras como tal. Criminaliza a quienes trabajan arduamente para poder proveerles a sus familias. En mi opinión el proyecto de ley de la Cámara de Representantes es mal intencionado y no va a resolver el problema.

Sin embargo el proyecto de ley del Comité Jurídico del Senado está encaminado a restaurar el orden en nuestro sistema de inmigración. Este combina fuertes, efectivas e inteligentes reformas para nuestras leyes de inmigración. Fortalecerá nuestras fronteras y tomará medidas contra quienes emplean personas ilegalmente y sacará de las sombras a los inmigrantes indocumentados. Solo tendrían que aprender inglés y pagar impuestos.

El proyecto de ley del Comité tiene gran apoyo de ambos partidos, pues casi la mitad de los republicanos en el Comité votaron por él.

Bajo dicho proyecto de ley no habrá amnistía. Los inmigrantes que se encuentran aquí indocumentados podrán solicitar la residencia permanente luego de trabajar algunos años, pagar sus impuestos, pagar una multa de $2,000, pasar por un riguroso control de seguridad, aprender inglés y otros requisitos.

Luego de llevar el flujo de inmigrantes por vías legales y encaminar a los que ya están aquí a obtener la ciudadanía, podremos enfocarnos en atrapar a los criminales y terroristas quienes ponen en riesgo a nuestra nación,  pues eso tiene más sentido que estar desperdiciando recursos limitados en tratar de atrapar a gente que trabaja duro, como a amas de casa, limpia-platos y otros.

Mientras pensamos sobre estas propuestas distintas, no podemos olvidar que somos una nación fundada por inmigrantes. Nuestros bisabuelos y abuelos llegaron aquí en busca del “Sueño Americano”. Honremos esa orgullosa herencia.

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