Declaraciones del líder demócrata del Senado Harry Reid

Según preparadas

Martes, 2 de mayo de 2006

Señor presidente, ayer hubo otro día de marchas pacíficas y solemnes, a través del país, en apoyo a una reforma integral de inmigración. Estas marchas resaltan la necesidad de que el Congreso apruebe un proyecto de ley de inmigración firme y eficaz este año.

El viernes pasado tuve el privilegio de hablar sobre este tema con el Cardenal Roger Mahony, el Arzobispo de Los Ángeles y el Cardenal Theodore McCarrick, el Arzobispo de Washington.

Esta reunión fue muy conmovedora para mí y aprecio el haber tenido la oportunidad de hablar con estas dos personas tan amables y consideradas. Los dos han demostrado un liderato excepcional a favor de una reforma de inmigración. Todos estamos de acuerdo con que es de gran importancia que el Congreso siga adelante con un proyecto de ley de inmigración lo más pronto posible.

La semana pasada me reuní también con el Presidente Bush en la Casa Blanca, junto con muchos de mis colegas demócratas y republicanos. Como dije después de esa reunión, no suelo elogiar al Presidente pero, verdaderamente, él se mereció el crédito por iniciar este encuentro con todos y por ser el anfitrión de una reunión buena y bipartidista.

Le dejé saber claramente al Presidente que los senadores de mi partido estamos comprometidos con una reforma integral de inmigración. Le prometí que trabajaré junto a él y al Líder de la Mayoría republicana de una manera que sea bipartidista con este asunto tan importante.

Cada día que esperamos para arreglar nuestro sistema de inmigración, la situación se empeora.

Como he dicho muchas veces, nuestro sistema actual de inmigración está roto. Debemos llevar a cabo un esfuerzo unido y coordinado para reforzar la seguridad en la frontera, crear mecanismos legales para que las compañías estadounidenses puedan emplear a trabajadores temporeros esenciales y animar a los 11 millones de inmigrantes indocumentados en los Estados Unidos a salir de las sombras. Necesitamos saber quiénes son estas personas y asegurarnos de que sean personas productivas, que respeten las leyes y que paguen sus impuestos como miembros de la comunidad. Debemos también tener sanciones apropiadas para los patronos para que no contraten impunemente a trabajadores indocumentados.

Pero la pregunta sigue siendo: ¿cómo podemos lograr un avance aquí en el Senado?

Durante el receso de las Pascuas le envié al Líder de la Mayoría una carta urgiéndole a que traiga el proyecto de ley de inmigración devuelta al pleno del Senado lo más pronto posible. Expresé mi punto de vista de que el Senado debe reanudar inmediatamente el debate de inmigración después que completemos nuestro trabajo sobre el proyecto de ley de asignaciones suplementales.

El proyecto de ley de asignaciones suplementales será completado esta semana. Por lo tanto, yo continúo creyendo que tal itinerario tiene sentido. Pocos asuntos son tan importantes como este y ningún otro asunto está más maduro para un debate en el Senado. Seguramente podemos aprobar un proyecto de ley de reforma integral de inmigración antes del receso del Día de la Recordación.

Para poder cumplir con esta meta quiero llegar a un acuerdo con el Líder de la Mayoría sobre un proceso para llevar el debate acabo. Hay dos elementos básicos para este acuerdo: la cantidad de enmiendas y tener un entendimiento sobre cómo vamos a manejar el proyecto de ley en la conferencia con la Cámara de Representantes.

Los adversarios han presentado centenares de enmiendas para debilitar o socavar el acuerdo sobre del proyecto de ley. Estamos preparados para debatir y votar sobre algunas de esas enmiendas, pero debe haber una cantidad limitada. Le he expresado al Líder de la Mayoría que tengo flexibilidad acerca del número sobre el que votaremos.

Anteriormente sugerí tres enmiendas por cada partido. Hoy sugiero que votemos sobre diez enmiendas por cada partido, que sería un total de veinte enmiendas. Con enmiendas potenciales de segundo grado, nosotros podríamos tener tanto como cuarenta votos. Estoy dispuesto a tener esa cantidad de votos si eso es lo que se tiene que hacerse para seguir adelante con esta legislación. Pero tomará muchos días para terminar con el proyecto de ley.

Tan importante como la cantidad de enmiendas, es lo que suceda en la conferencia.

Con los republicanos de la Cámara que aprobaron un proyecto de ley que convierte en criminales todos los inmigrantes indocumentados, con el líder de la mayoría de la Cámara descartando públicamente el proyecto de ley del Senado y con el presidente del Comité Judicial de la Cámara siendo el patrocinador de una provisión de criminalización en la legislación de la Cámara, es imprescindible que tengamos un acuerdo firme sobre quiénes serán los participantes en la conferencia antes de llegar al proyecto de ley.

En el pasado yo he dicho que una participación equitativa consistiría de los demócratas y los republicanos del Comité Judicial del Senado. Sin embargo, si el distinguido Líder de la Mayoría tiene una propuesta alterna que protegerá un resultado justo de una conferencia, lo escucharé, al igual que lo hará el Senador Leahy, el senador demócrata de más alto rango en el Comité Judicial.

No podemos permitir que la Cámara de Representantes asalte este proyecto de ley y destruya el trabajo bipartidista del Comité Judicial del Senado. Bajo estas circunstancias tan excepcionales las protecciones de la conferencia son indispensables.

Hay muchas clases de protecciones posibles para la conferencia. Pero la mejor manera sería designando a los miembros del Comité Judicial como integrantes de la conferencia. Ellos entienden este tema complejo y están comprometidos con el enfoque del Senado. La proporción del Comité es de 10 a 8, así que la mayoría tiene un margen de mayoría de dos votos.

El concepto de mandar a todo el comité a la conferencia tiene varios precedentes. El Comité de Asignaciones y el Comité de Fuerzas Armadas típicamente mandan a todos sus miembros a conferencia. El Comité Judicial ha hecho esto en ocasiones previas. De una forma u otra, es crucial que este proyecto de ley sea el producto de un consenso bipartidista.

Espero que podamos trabajar juntos para poder tener certezas adecuadas de que el acuerdo delicado del Senado no se derrote por un filibusterismo por enmiendas ni que sea socavado en la conferencia.

La reforma de inmigración es esencial para la seguridad nacional estadounidense. Tenemos una obligación de actuar, y espero que el Senado reanude este debate tan importante en el futuro cercano.

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