|| SEGURIDAD VERDADERA ||
La primera responsabilidad de nuestro gobierno es la seguridad de cada estadounidense. En esta era de retos impredecibles y sin precedentes, tenemos que estar preparados para cualquier amenaza.
Los hombres y mujeres de las fuerzas armadas de los Estados Unidos y los que se encuentran en la línea de fuego aquí y en el extranjero han enfrentado todos los retos con habilidad, valentía y desprendimiento. Ellos, al igual que los veteranos, los retirados militares y los familiares de aquellos que han muerto o han sido heridos defendiendo nuestra nación, se merecen la gratitud y el apoyo del pueblo estadounidense. Nosotros siempre honramos su servicio y cumplimos nuestras promesas con ellos.
Nosotros creemos que los Estados Unidos están mejor protegidos, y la libertad mejor adelantada, con políticas de seguridad nacional - incluyendo seguridad interna, energética y estrategias diplomáticas - que sean igual de fuertes e inteligentes.
Los demócratas ofrecen un plan para una Seguridad Verdadera para reconstruir nuestras fuerzas armadas; equipar y entrenar a los trabajadores de emergencias y otros en la línea de fuego aquí en casa; proveer los beneficios necesarios a nuestras tropas y veteranos; asegurar que nuestra Guardia Nacional tenga todo el personal y el equipo necesario; promover fuentes alternativas de combustibles y reducir la dependencia del petróleo extranjero; y, restaurar la confianza de los estadounidenses en la habilidad de su gobierno para responder ante una amenaza terrorista o un desastre natural.
Para proteger al pueblo estadounidense, debemos implementar de inmediato las recomendaciones de la Comisión Independiente y bi-partidista del 11 de Septiembre y finalmente proteger nuestros puertos y aeropuertos, nuestras fronteras, sistemas de tránsito masivo, nuestras plantas químicas y nucleares y nuestro abastecimiento de agua y comida, para estar preparados ante un posible ataque terrorista.
Luego del 11 de septiembre, todos los estadounidenses confiamos en el Presidente Bush para tomar los pasos necesarios para proteger a nuestro país. Desde ese entonces, la mala planificación y las políticas públicas incompetentes han fallado en hacer que nuestro país esté lo suficientemente seguro. La tragedia del Huracán Katrina demostró que el gobierno federal todavía no está preparado para responder.
Los estadounidenses quieren un cambio. Bajo el Presidente Bush y el Congreso republicano, la guerra en Irak comenzó con inteligencia manipulada y no con un plan para el éxito; nuestros puertos y otra infraestructura crítica siguen vulnerables, mientras que tanto a los soldados en el campo de batalla y los trabajadores de emergencias aquí en casa les falta el equipo básico y los recursos que se les prometieron. Tanto en el Golfo Pérsico como en nuestra propia Costa del Golfo, se le han otorgado contratos lucrativos sin subastas a compañías como Halliburton, Kellog, Brown and Root (KRB) y otros que tienen amigos en posiciones de poder y con historiales de abusar al pueblo que paga los impuestos. A pesar de precios históricamente altos de combustible, nuestro país sigue dependiendo demasiado del petróleo extranjero que beneficia a los grandes intereses petroleros.
Los demócratas
tienen un plan para una Seguridad Verdadera que protegerá a los
estadounidenses y va a restaurar la posición de liderato internacional
de nuestro país.
